En un ejercicio similar al del ministro de Educación Gerardo Varela que trató de «campeones» a sus hijos en la arena sexual, la ministra de Cultura Alejandra Pérez cometió otro «autogol» al recurrir al desinterés de sus hijos por la oferta cultural para generalizar la conducta de los jóvenes, y, de paso, calificar de «cuestiones» las actividades artísticas. «Tengo hijos de esa edad, sé que tú le das un vale cultura para ir a ver una cuestión y la venden. Esa cuestión hay que promoverla mucho más en los niños». Seguir leyendo
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